Estos días se han convertido en algo loco. Como en otras ocasiones, he visto como me atropellaba el tiempo en la preparación de la ruta.
La revisión de la moto conseguí organizarla para hacerla hace un par de semanas, aunque como siempre antes de cualquier viaje, tendré que echar un vistazo a algunos puntos, que pueden generar averías tontas, pero que si te ocurren en ruta son un problema gordo. Puntos básicos son las presiones de neumáticos, tensión y engrase de la cadena (esto en ruta es el pan nuestro de cada día), niveles de refrigerante y aceite. Hay más cosillas que siempre echo un vistazo, como por ejemplo el apriete de los soportes de las maletas, el ralentí de la moto y un buen lavado, que la moto es la protagonista de este viaje y tiene que lucir bien bonita el día de la salida. Por el momento conservo la misma moto que utilice para Irlanda y para el viaje al norte, y aunque parezca mentira, sólo tiene algo menos de 25.000 km. También me ha acompañado en las dos últimas ediciones de Pingüinos que se celebraron (y quien sabe si se volverán a celebrar). No son demasiados kilómetros, pero la moto cuidada ronronea mejor.
Anoche subí las maletas para llenarlas con el equipaje, y cuando entré por casa, a Julia se le cambió la cara, estoy seguro de que sintió "maripositas en la tripa" igual que las sentí yo al cogerlas del garaje. Como nos movemos en moto, es tema del equipaje es sencillo, cuanto menos mejor. Llevaremos poca ropa y tendremos que ir lavándola donde buenamente podamos. Cada uno usamos una maleta. En mi maleta, además de mi ropa, tengo que llevar algo de herramienta y la grasa para mantener la cadena. En la tercera maleta meteremos cosas que usemos durante la ruta, por ejemplo, la cámara, comida que tomemos en ruta y el agua. La intención es, que esta maleta, cuando paremos a ver cualquier punto de la ruta quede vacía para guardar un casco y algo de ropa para evitar ir muy cargados.
Ya es un hecho, el lunes de madrugada estaremos nuevamente en ruta.
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