Estoy editando vídeos y ciertos autores/compañías no te dejan subir vídeos con su música. No tengo ánimo de lucro, si no más bien de acompañar mis vídeos de la música que me gusta y enseñárselo a quien vea mis ediciones. Ellos sabrán. Pues bueno, en lugar de dar alas a aquellos que no quieren alas, quiero que autores y grupos anónimos protagonicen junto a mí mis vídeos. Con lo que, si formáis parte, o conocéis algún grupo de música con ganas de difusión, podéis enviarme canciones/barra maquetas que iré seleccionando para incluir en mis vídeos. Yo haré de altavoz (aunque en bajito) para todos vosotros en mis vídeos. Prefiero música rock/folk, pero creo que puedo adaptar todo tipo de música. Si os interesa os paso contacto por privado.
Saludos!
martes, 29 de octubre de 2013
martes, 1 de octubre de 2013
El viaje no acaba cuando llegas a casa
Como todo viaje, nunca se termina cuando llegas a casa. Máxime cuando quieres narrar todo. Habitualmente el viaje continúa cuando vas contando a familiares y amigos tu aventura, cuando descargas tus fotografías/vídeos y en el caso de un viaje en moto, cuando inicias el mantenimiento y reparaciones de la moto.
Hay quien lo llamará secuelas pero, mejores o peores, las secuelas son una parte más que hay que vivir cuando uno viaja.
A día de hoy, mi viaje sigue dando coletazos y he iniciado las reparaciones de la moto derivadas del propio viaje y de la caída que en Irlanda sufrimos.
Nada más regresar ya comencé con el ritual y realicé el cambio de aceite que tocaba después de 5000 Km recorridos. Además, aprovechando que iba al concesionario, pedí las piezas que voy a sustituir y aproveché a que me montaran la única que tenían, el intermitente derecho.
En estos días no he montado demasiado en moto (sólo una mañana), no es cierto que le haya cogido miedo, pero es que me duele horrores ver la moto magullada y he evitado verla así hasta la llegada de las piezas. Este lunes me avisaron que tenían el pedido al completo, con lo que me puse manos a la obra. Como muchos sabréis trabajo en comercio, lo que me deja "0" de tiempo libre para casi nada y tengo que aprovechar los ratos mínimos de la comida y algo de tiempo que le robo a la noche cuando acaba mi jornada. Y el lunes al medio día empezó el trasiego.
Comencé sustituyendo los tornillos que unen el caballete al chasis de la moto. Como recordaréis nada más cruzar la frontera francesa a la ida, descubrí que había perdido una de las tuercas y el tornillo estaba casi fuera de su sitio. Esto me llevó a tener que comprar unas tuercas y una llave para instalar las mismas (no contaba con tener que apretar tuercas de tanto calibre). Como la tuerca y el tornillo eran de distinto paso, en mi perfecto francés, me costó bastante solicitar una mísera tuerca y me apañe con lo que me dieron. Al final forcé la tuerca y, aunque realmente no roscó, se quedó gripada en el tornillo. El invento aguantó hasta la vuelta, pero tenía que sustituir la "gran chapuza". No sin trabajo, solté los muelles que mantienen en caballete en alto cuando no sujeta a la moto y solté los dos tornillos. Retiré el caballete de la moto y limpié los casquillos sobre los que pivota el caballete. Cuando me dispuse a colocar los tornillos nuevos, me percaté que estos eran cortos, con lo cual tendría que esperar. Sobrepuse todo y aplacé el trabajo para el siguiente rato que sería ya de noche.
Esta vez si, no fallé con los tornillos. Engrasé bien los casquillos, coloqué el caballete en su sitio y me aseguré de no volver a tener problemas con esos tornillos. Con en fin de evitar una nueva pérdida por la vibración de la moto, instalé los tornillos, acompañados de arandelas de presión y tuercas autofrenantes. Si pierdo otra tuerca me plantearé mudarme al polo. Ya bastante tarde acabé el trabajo y cerré hasta el día siguiente.
Hoy al medio día volví al lado de mi montura, esta vez con intención de desmontar la cúpula para arreglar la careta que rodea al faro, y que es la responsable estéticamente, junto con el faro, de que la XT660 se transforme en la Ténéré. Desmonto la cúpula (que es una de las piezas que se van a sustituir), las tapas donde se alojan los intermitentes delanteros, y por fin desmonto la careta. En estos tres simples pasos saco casi mil tornillos de unos cien tipos distintos (sin exagerar apenas). Uno de los soportes que fija esta careta al bastidor del faro se ha hecho añicos, pero con un pegamento epoxi y mucha paciencia creo que podré repararlo.
Como he tardado poco, desmonto el paramanos derecho que es el roto, aunque como me viene el par finalmente cambiaré los dos, porque además el izquierdo se arañó cuando la moto se me cayó en Francia el tercer día de ruta. Me sobra tiempo y desmonto la tapa del depósito de la derecha, el retrovisor y el pedal del freno. Aun así la todas las operaciones me llevan aproximadamente cuarenta minutos con lo cual tengo tiempo para sentarme un par de minutos antes de volver al trabajo. Aprovecho estos minutos para mandar un correo a heavyduties.ro para cerrar los detalles y que me envíen una maleta nueva. La que sufrió el accidente está completamente deformada y poco se va a poder aprovechar de ella, aunque aparentemente no tiene tantos daños.
A la noche llego a casa y me acerco a dejarle a Fran el resguardo de la reserva de las piezas, y es que el me va a hacer el favor de acercarse a por ellas al concesionario. Cuando vuelvo a casa me lío con la patilla de la careta y en cuestión de media hora la tengo lista y arreglada.
Ahora sólo queda recibir las piezas, montar y volver a disfrutar de mi motocicleta en el estado que merece. Estoy ansioso. Ya enseñaré las fotos de como vuelve a lucir mi montura después de las reparaciones.
Hay quien lo llamará secuelas pero, mejores o peores, las secuelas son una parte más que hay que vivir cuando uno viaja.
A día de hoy, mi viaje sigue dando coletazos y he iniciado las reparaciones de la moto derivadas del propio viaje y de la caída que en Irlanda sufrimos.
Nada más regresar ya comencé con el ritual y realicé el cambio de aceite que tocaba después de 5000 Km recorridos. Además, aprovechando que iba al concesionario, pedí las piezas que voy a sustituir y aproveché a que me montaran la única que tenían, el intermitente derecho.
En estos días no he montado demasiado en moto (sólo una mañana), no es cierto que le haya cogido miedo, pero es que me duele horrores ver la moto magullada y he evitado verla así hasta la llegada de las piezas. Este lunes me avisaron que tenían el pedido al completo, con lo que me puse manos a la obra. Como muchos sabréis trabajo en comercio, lo que me deja "0" de tiempo libre para casi nada y tengo que aprovechar los ratos mínimos de la comida y algo de tiempo que le robo a la noche cuando acaba mi jornada. Y el lunes al medio día empezó el trasiego.
Comencé sustituyendo los tornillos que unen el caballete al chasis de la moto. Como recordaréis nada más cruzar la frontera francesa a la ida, descubrí que había perdido una de las tuercas y el tornillo estaba casi fuera de su sitio. Esto me llevó a tener que comprar unas tuercas y una llave para instalar las mismas (no contaba con tener que apretar tuercas de tanto calibre). Como la tuerca y el tornillo eran de distinto paso, en mi perfecto francés, me costó bastante solicitar una mísera tuerca y me apañe con lo que me dieron. Al final forcé la tuerca y, aunque realmente no roscó, se quedó gripada en el tornillo. El invento aguantó hasta la vuelta, pero tenía que sustituir la "gran chapuza". No sin trabajo, solté los muelles que mantienen en caballete en alto cuando no sujeta a la moto y solté los dos tornillos. Retiré el caballete de la moto y limpié los casquillos sobre los que pivota el caballete. Cuando me dispuse a colocar los tornillos nuevos, me percaté que estos eran cortos, con lo cual tendría que esperar. Sobrepuse todo y aplacé el trabajo para el siguiente rato que sería ya de noche.
Esta vez si, no fallé con los tornillos. Engrasé bien los casquillos, coloqué el caballete en su sitio y me aseguré de no volver a tener problemas con esos tornillos. Con en fin de evitar una nueva pérdida por la vibración de la moto, instalé los tornillos, acompañados de arandelas de presión y tuercas autofrenantes. Si pierdo otra tuerca me plantearé mudarme al polo. Ya bastante tarde acabé el trabajo y cerré hasta el día siguiente.
Hoy al medio día volví al lado de mi montura, esta vez con intención de desmontar la cúpula para arreglar la careta que rodea al faro, y que es la responsable estéticamente, junto con el faro, de que la XT660 se transforme en la Ténéré. Desmonto la cúpula (que es una de las piezas que se van a sustituir), las tapas donde se alojan los intermitentes delanteros, y por fin desmonto la careta. En estos tres simples pasos saco casi mil tornillos de unos cien tipos distintos (sin exagerar apenas). Uno de los soportes que fija esta careta al bastidor del faro se ha hecho añicos, pero con un pegamento epoxi y mucha paciencia creo que podré repararlo.
A la noche llego a casa y me acerco a dejarle a Fran el resguardo de la reserva de las piezas, y es que el me va a hacer el favor de acercarse a por ellas al concesionario. Cuando vuelvo a casa me lío con la patilla de la careta y en cuestión de media hora la tengo lista y arreglada.
Ahora sólo queda recibir las piezas, montar y volver a disfrutar de mi motocicleta en el estado que merece. Estoy ansioso. Ya enseñaré las fotos de como vuelve a lucir mi montura después de las reparaciones.
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